Servidora abandona el duro asfalto por unas doradas arenas gaditanas. Ayer me llamó Juan, el dueño de Andalucia Sur, que le había fallado un inquilino para este fin de semana y que estaba ya pagado, que si quería bajarme. Ni corta ni perezosa acabo de meter en una mochila tres bikinis, dos pareos, un pantalón…