La ciudad de Jaca, enclavada en el corazón del Pirineo Aragonés, está este fin de semana celebrando una de sus festividades más especiales, el Primer Viernes de Mayo. Una fiesta que se celebra cada año al llegar el mes de mayo y que rememora la victoria del conde Aznar Galíndez sobre las tropas islámicas que pretendían controlar la zona allá por el año 758.
Como cada primer viernes de mayo, el olor a pólvora inundó todos los rincones de la ciudad, con cientos de personas llenando las calles para conmemorar esta gesta histórica y ves desfilar a las huestes de Aznar Galíndez.